Hacia fines de 1983 comenzarán las primeras pruebas de la planta industrial de agua pesada que está construyendo una empresa suiza en la localidad neuquina de Arroyito. Con su producción anual de 250 toneladas, imprescindibles para abastecer a los reactores que se encuentran en funcionamiento, el país ahorrará una suma estimada en los 400 millones de dólares anuales.